Primera mirada a los testimonios: no es negociable la dignidad de un joven trabajador
Esta introducción a los intercambios entre el movimiento actual y los antiguos es alimentada por las respuestas enviadas por cerca de 200 antiguos al cuestionario lanzado por la JOC internacional al inicio del año 2016. Estas numerosas reacciones, provenientes de todos los continentes, llevan a este encuentro, muy importante a nuestros ojos: organizado para considerar como los actuales movimientos nacionales y el secretariado internacional pueden contar con el apoyo y la ayuda de antiguos dispuestos a apoyar el movimiento que ha contribuido a formarles.
Seguramente, los antiguos tienen sus compromisos propios en campos muy diversos
Pero continúan a reconocer cuanto la experiencia en la JOC los ha marcado, formado, los ha ayudado en sus compromisos y responsabilidades actuales. Los intercambios de estos días de Coloquio deben permitirnos clarificar los campos y las condiciones en las que los responsables actuales del movimiento pueden contar con los antiguos. De nuestros intercambios dependerán las formas concretas de esas colaboraciones y de esos apoyos. Esta intervención intenta solamente resaltar algunos aspectos importantes de las trayectorias de los antiguos desde su tiempo en la JOC.
Los textos reflejan orientaciones que implican la persona entera. Por la mayoría, es en la JOC que han orientado su opción de vida y de compromiso, en la toma de conciencia y las experiencias de acción, en pequeña y gran escala. El movimiento ha hecho posible estos clics. Incluso en la toma de responsabilidades ulteriores, y tipos de acción que se han vuelto muy diferentes en otros contextos, se enraizán en lo que los antiguos han podido descubrir de su época en la JOC.
Entre los que han respondido, y ciertamente para otros, queda el interés, y a veces la inquietud, qué la JOC continua a ofrecer a los jóvenes trabajadores de hoy, en todos los países, la ocasión de descubrimientos comparables y formadores, como esos de antes. Esto supone que los jóvenes, portadores del movimiento, lo hagan evolucionar en contextos variados: es esto lo que hace la historia de toda intuición y de toda organización viva. Al mismo tiempo, los jocistas se reconocen entre ellos bajo la constante: una forma se ser en relación entre ellos, de leer la realidad, y de comprometerse para cambiarla.
Está bien lo que aparece a través la bella diversidad de testimonios: cada persona es única en su forma de concretizar su compromiso, los contextos son variados y las épocas cambian. En los testimonios de múltiples colores sobresalen sin embargo características comunes, ¨valores¨ de los cuales los más centrales se dicen con palabras mil veces utilizadas: La dignidad, la solidaridad, la justicia
La dignidad de cada joven trabajador no es negociable: cada generación lo recuerda, e inclusive citando las palabras de Cardijn. Es un punto de referencia inevitable. Esta dignidad es a la vez adquirida y a lograr en lo más concreto de la vida de cada uno. Ella nutre una solidaridad que no se limita a una opción ocasional de acciones que nos marcan, sino que se reconoce en un estilo de vida permanente: el otro es mi hermano. Una sociedad así se construye en un combate incesante por la justicia, en todas sus formas, del nivel cotidiano a las realidades internacionales, en sus dimensiones individuales e internacionales. Todos esos aspectos marcan el análisis de la realidad, la evaluación que es hecha y la organización de la acción.
Para concluir esta primera lectura de los testimonios, un gran agradecimiento para todas aquellos y aquellas que tomaron el tiempo y se dispusieron a responder escribiendo su testimonio. Estos textos son movilizadores, porque reflejan un compromiso social de antes y de ahora: los antiguos fueron y son todavía hoy los militantes de una nueva sociedad.
Nota: La inscripción para la participación al coloquio es obligatoria.